Si el presidente hubiera querido que el precio de la gasolina no subiera, podría haberlo impedido, y, si quisiera bajarlo en este momento, también podría hacerlo.
Aún no ha cesado el revuelo por la extinción de la Usaid, que disfrazaba de “ayudas” lo que en rigor ha sido una compra de conciencias, una puesta en escena para mantener el dominio imperial en casi todo el mundo.
¿Quién dijo que el imperialismo, con sus disfraces y otras vestiduras, se había extinguido?
Frente a análisis que decretan el fin del libre comercio y la globalización neoliberal dominada por Estados Unidos, SOBERANÍA reproduce esta columna del profesor Guillermo Maya, publicada originalmente en La Silla Vacía.
Una serie de ajustes calculados para asegurar que la mula y el azadón colombiano no le compitan a la maquinaria gringa de última generación.
Columna que expone cómo ambos candidatos promueven la hegemonía de Estados Unidos y conectan con la comunidad corporativa, el 0,5 % de la población que acrecienta riquezas y domina decisiones gubernamentales, mientras la vida de la gente del común es cada vez más difícil.
