El sector textil ha sido uno de los sectores más golpeados en Colombia por las políticas neoliberales que han implementado los gobiernos de los últimos 20 años, de los cuales el de Gustavo Petro no es la excepción a la regla. Dentro del mundo del sector textil, un sector precarizado ha sido el de los maquiladores conocidos como satélites, personas que desde sus casas o lugares reducidos, sin condiciones laborales dignas ni oportunidades para crecer como empresarios, se han dedicado a la labor de la confección, haciendo parte importante de la productividad textil de Colombia.
SOBERANÍA entrevistó a Ángel Vásquez, representante de la asociación ASMODACOL, quien nos contó acerca de las condiciones a la que están expuestos los maquiladores en el país y de la negligencia del Gobierno Petro ante la precariedad de este sector productivo.
Ángel Vásquez. Fotografía tomada de ASMODACOL.
Periódico SOBERANÍA: ¿Qué es ASMODACOl?
Ángel Vásquez: ASMODACOL nació hace un año con el compromiso de unir a pequeños confeccionistas maquiladores, con la finalidad de dignificar el sector de las confecciones, focalizándose en pequeños confeccionistas que hoy adoptan el nombre de satélites, frente a la precarización del gremio.
Periódico SOBERANÍA: ¿Cuál es la situación actual de los pequeños confeccionistas, denominados satélites?
Ángel Vásquez: La situación actual es un poco agridulce. En estos momentos hay trabajo en temporada hasta el 15 de diciembre, ya que se maneja la línea de moda, dotación y escolar. Los que trabajan la línea escolar solo trabajan noviembre, diciembre y enero; y los que hacen moda arrancan a partir de marzo, abril o mayo hasta el inicio de una nueva temporada. Entonces, no hay una estabilidad para todos.
Por otro lado, nos encontramos con el problema de los precios, estos tienden a ser demasiado bajos y esto también afecta la productividad.
Periódico SOBERANÍA: De acuerdo a lo que usted dice, los satélites trabajan por temporadas, por lo tanto son propensos a no tener trabajo estable, ¿verdad?
Ángel Vásquez: Correcto, hay muchas líneas que funcionan solamente por temporadas, ya sea artesanal, moda, escolar, entre otras. No hay una estabilidad corrida durante todo el año. Por eso usted le pregunta a un maquilador denominado satélite “¿qué sabe hacer?” y su respuesta será “de todo”, ya que nos toca aprender en el camino para no quedarnos sin trabajo fuera de la temporada.
Periódico SOBERANÍA: En este contexto, ¿cómo ve las condiciones de Colombia para crecer como empresario?
Ángel Vásquez: Primero, un maquilador necesita capacitaciones que le permitan crecer como empresario. Segundo, a nivel nacional, los gobiernos en la parte productiva no nos han apoyado.
Se piensa que confeccionar es tener una máquina y echar para adelante y esto no es así. Para crecer hay que capacitarse ya que no es lo mismo hacer una camisa o un pantalón, cada uno requiere un conocimiento técnico y tecnológico en el conocimiento de la máquina, de la aguja, de la tela, es una diversidad de conocimiento. Se promedia que existen 114 modelos de agujas y así mismo varios modelos de máquinas, entonces el proceso de capacitación es importante y ningún gobierno nos ha ayudado en el proceso productivo de este sector.
Periódico SOBERANÍA: ¿Qué le hace falta a este gobierno para apoyar este sector?
Ángel Vásquez: Empezar a hacer reglamentos técnicos de las prendas de vestir y garantizar que existan insumos para la confección suficientes dentro del país, para poder empezar a ser competitivo, cambiar la forma de capacitar del Sena.
Ahora bien, los colombianos somos competitivos al interior en calidad, pero internacionalmente si miramos en países como China las empresas no pagan tantos impuestos como los empresarios colombianos, entonces nos encontramos en una inequidad y desventaja.
Periódico SOBERANÍA: ¿Qué opinión tiene del Gobierno, en cuanto al apoyo al empresario se refiere?
Ángel Vásquez: Hoy el Gobierno no ha hecho nada, el Gobierno no ha pensado en los pequeños confeccionistas, ha ignorado la capacidad productiva que tenemos.
Este Gobierno ha pensado más en los ricos que en los pobres, no ha pensado en las pequeñas industrias. Aquí el Gobierno se ha enfocado más en servir a los grandes y no a la mayoría de empresarios que estamos en las micro, pequeñas y medianas empresas.
