Bad Bunny (Benito Antonio Martínez Ocasio) cantando en vivo su nuevo álbum, en Río Piedras, Puerto Rico. Fotografía por Alex Guerrero.
Para todos los detractores de la música urbana, el cantante puertorriqueño Bad Bunny es el blanco de críticas perfecto. Nadie encarna como él todo lo malo que se le endilga a esta. Sin embargo, DeBÍ TIRAR MáS FOToS (2025), su último trabajo, no debería tomarse a la ligera por varias razones. La primera y más elemental, es que se trata de un álbum en todo el sentido de la palabra, o sea, un conjunto de canciones unificadas bajo un concepto. La portada y contraportada del álbum, los colores elegidos, las dos sillas de plástico con el platanal de fondo, el cortometraje publicado previamente y demás elementos, forman parte de un todo.
Portada de ‘DeBÍ TIRAR MáS FOToS’ (2025), el más reciente álbum de Bad Bunny.
Esto resulta anacrónico en un tiempo en el que los artistas más reconocidos, en aras de mantenerse vigentes en la industria musical, se dedicaron a lanzar sencillos y colaboraciones de manera profusa e incesante, porque ―como bien lo señaló el periodista y escritor español Galo Abrain― en el negocio de la música, y del entretenimiento en general, la competencia ya no es por la calidad, sino por la atención. De modo que concebir un álbum por estos días, que es mucho más que una simple recopilación de canciones, es algo que debería reconocerse.
DeBÍ TiRAR MáS FOToS (2025) es un ejercicio de nostalgia, exaltación de la propia identidad y resistencia. Los visualizers de YouTube simulan la experiencia de mirar fotos viejas. A la música y a las fotos las acompaña un texto en el que se narra gran parte de la historia puertorriqueña y sus luchas, en cuya elaboración colaboró el historiador Jorell Meléndez-Badillo.
Historiador Jorell Meléndez-Badillo, autor del libro ‘Puerto Rico: Historia de una nación’, publicado en 2024 por Editorial Planeta.
El álbum es una declaración de puertorriqueñidad como recurso para contrarrestar el colonialismo que Estados Unidos ejerce sobre la isla. De ahí que el artista decida volcarse a los ritmos de su tierra natal. Un ejemplo es la canción que abre el álbum, Nueva Yol (2025), en la que se retoma la célebre canción Un verano en Nueva York, de El Gran Combo de Puerto Rico, lanzada en 1975. Conforme el álbum avanza, también aparecen boleros y otros ritmos antillanos.
En la misma línea va el cortometraje asociado al álbum cuyos protagonistas son un hombre mayor, interpretado por el actor y director de cine Jacobo Morales y su amigo Concho, un sapo que se encuentra en peligro de extinción y es símbolo de la identidad puertorriqueña. El lugareño camina por las calles de su tierra que no se parecen a las que él recuerda. Ese mundo, que era el suyo, se le presenta ajeno. Se va a comprar la merienda a la panadería más cercana, que ahora es una cadena extranjera. Una jovencita tras el mostrador mira con lástima al viejo que pide productos que no están en la carta o cuya denominación es un anglicismo. Le dice, en inglés, que ya no se recibe efectivo, pero el anciano insiste en pagarle a pesar de que los precios del lugar le parecen desproporcionados. La escena sola, muestra dos de los efectos más odiosos de la gentrificación: hiperinflación y exclusión de los habitantes del territorio.
Fotograma del cortometraje ‘DeBÍ TiRAR MáS FOToS’ (2025).
Saberse colonia, primero española y luego norteamericana, ha influido de manera profunda en la música puertorriqueña. Son bien conocidos los álbumes del cantautor Roy Brown, Yo protesto (1970) y Basta ya… revolución (1972); varias canciones de Calle 13 y en especial de Ileana Mercedes Cabra, más conocida como iLe, integrante del grupo, de la que se destaca Almadura (2019) y la reciente LO QUE LE PASÓ A HAWAii (2025), del artista que nos ocupa en esta columna. Recordemos que tras un proceso de anexión en 1898 Hawái terminó por convertirse, a mediados del siglo XX, en el 50º estado de los Estados Unidos.
La tradición independentista data de hace tanto tiempo, que la primera versión del himno de Puerto Rico, La borinqueña (1868), de Lola Rodríguez de Tió, se escribió en contra del dominio español. Pero luego, en 1952, una vez Puerto Rico se convirtió en Estado Libre Asociado, la letra se cambió por una versión menos contestaria.
Imagen de Lola Rodríguez de Tió, autora de la letra de ‘La borinqueña’, himno revolucionario de Puerto Rico; tomada del periódico cultural El Adoquín.
De modo pues, que los procesos de dominación no solo se dan en el campo militar o económico. Se afianzan en la superestructura que incluye las ideas políticas, las creencias normas y valores, los sistemas de educación y lo que se difunde por los principales medios de comunicación y claro está, la cultura y manifestaciones artísticas. Cuando las ideas más reaccionarias logran calar en la mente y en el corazón de los habitantes de las colonias, ya no es necesaria la fuerza, pues ser dominados se percibe como algo inevitable y necesario.
Por ejemplo, en 1957 el plebiscito que llevó a la estatidad de Hawái obtuvo 93 % de los votos a favor de la anexión, aunque claro está, las presiones políticas y económicas por parte de Estados Unidos fueron constantes. Por otro lado, el Partido Nuevo Progresista (PNP) al que pertenece la actual gobernadora Jennifer González, hoy en el poder, es promotor de la anexión de Puerto Rico a Estados Unidos. En un referendo ―no vinculante― celebrado en noviembre de 2024 la estatidad se quedó con casi 60 % de los votos, sin embargo, se denunciaron irregularidades y las otras opciones, entre ellas la independencia, ganaron terreno con respecto a certámenes anteriores.
En la Puerto Rico de hoy, gran parte de la población le teme a la independencia, so pena de perder ayudas federales y los pocos derechos que Estados Unidos le reconoce a la isla. Por ejemplo, los puertorriqueños tienen que aceptar como suyo al presidente de los Estados Unidos, aunque no voten en las elecciones que lo eligen. A pesar de ser minoría, gran parte de los artistas de la isla ―a veces con posturas contradictorias, claro está― no han declinado en su lucha por la soberanía de Puerto Rico y DeBÍ TiRAR MáS FOToS (2025) es quizás la más reciente manifestación de esta causa.
Un grupo de historiadores puertorriqueños (citados por Miguel Rodríguez López, ex rector del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe) afirman que esta es la versión correcta de la bandera de Puerto Rico, que en vez de tener el mismo tono de la de Estados Unidos, tiene el azul celeste o “azul clarito”, como rapea Bad Bunny en LA MuDANZA (2025):
♪ “Si mañana muero, yo espero que nunca olviden mi rostro,
y pongan un tema mío el día que traigan a Hostos,
en la caja la bandera azul clarito
y que recuerden que siempre fui yo, siempre fui Benito”. ♪
Diseño gráfico de SOBERANÍA, a partir de la portada del álbum de Bad Bunny.