Se cumplen quince años del fallecimiento de Héctor Valencia Henao y es una oportunidad excepcional para rememorar su obra y reivindicar su pensamiento. Acompañó a Francisco Mosquera en la construcción partidaria por décadas como secretario de organización, y lo sucedió como secretario general luego del primero de agosto de 1994 y hasta el 19 de septiembre de 2008.
En esa última etapa confrontó las posiciones oportunistas dirigidas a conciliar con el llamado Pacto Social de Samper. Diferenció con claridad: “No es oposición liberal, ni rebuscando entre los matices buenos y malos de Samper. Es oposición a todo lo largo y ancho del samperismo”.
Tuvo que orientar la resistencia contra la ofensiva y el incremento de la injerencia estadounidense entre 1994 y 2002 que, al final, se concretó con el Plan Colombia y el Acuerdo Extendido con el FMI y delimitó las motivaciones por la paz entre las del imperialismo y la oligarquía, “para garantizar ganancias en una calmada situación” y las de los “estamentos patrióticos y democráticos que ansían el “cese del azote sobre amplios sectores de la población, se detengan los graves daños a la producción nacional” y “se supriman” pretextos para la intromisión norteamericana.
Ante la agresiva recolonización, invocó a “criticar a los inconsecuentes, consolidar la resistencia”. Un llamado que reforzó frente “al estrago que causan Uribe y Bush”, y delineó que era “desde la izquierda” como se podía convocar a una unidad por la salvación nacional. Con esa táctica, Héctor puso los esfuerzos para la construcción del Polo Democrático Alternativo, al que definió como “propuesta de izquierda democrática en el marco de la Nueva Democracia” y del que resaltó, a la sazón de la votación en 2006 por Carlos Gaviria, el reconocimiento por no ser “una izquierda encogida, moderada, conciliadora, neutral o inclinada a un hipotético ‘centro’ que, de concretarse, sería un laberinto”.
Héctor reivindicó la frase de Gaviria que servía de brújula al Polo: “sin sectarismos y sin ambigüedades” y no hay ningún escrito de estos años que no insista en la preeminencia en la lucha por la soberanía, contra la dominación imperialista y la táctica de la Resistencia Civil. Colombia Soberana contenderá por continuar la obra de Héctor y difundir sus valiosas enseñanzas que hoy siguen vigentes. Gloria eterna.