Contexto internacional: superproducción y competencia desleal
Al mundo le sobra acero. Así podría resumirse la situación actual a nivel global de esta industria. Mientras en el año 2000 se produjeron 800 millones de toneladas de este metal, en el 2020 se produjeron 1.892 millones de toneladas. Sin embargo, el consumo no ha crecido en las mismas proporciones. Datos de la Asociación Mundial del Acero permiten establecer que entre el 2015 y el 2019 se generaron excedentes en la producción global de acero por 133.65 millones de toneladas al año (worldsteel.org).
Aunque del incremento en la capacidad de producción participan también economías emergentes, como India, Rusia, Corea del Sur y Brasil, sin lugar a dudas el principal jugador en el mercado es China, que pasó de generar el 15 % de la producción global a un escandaloso 54 %, entre el año 2000 y el 2023 (Delgado).
Si bien es cierto que entre el 2021 y el 2023, el volumen de fabricación de acero se mantuvo estable, la capacidad del mercado interno chino de absorber su producción ha ido mermando, y la crisis hipotecaria en ese país ha acelerado sus exportaciones, que pasaron de 51.5 millones de toneladas en el 2020, a 94.5 millones en el 2023 (“EC China Exports Report”).
Ante los estragos que ha causado el acero chino en la industria siderúrgica de América Latina y la amenaza que representa para el mercado norteamericano y el europeo, los gobiernos de Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, Argentina, México y Costa Rica, entre otros, han decidido defender sus industrias y empleos, estableciendo medidas antidumping, topes o cuotas a las importaciones chinas e imponiendo nuevos aranceles. En el caso del Gobierno Biden, estos oscilan entre el 25 % y el 100 %, entrarán en vigencia de manera gradual hasta 2026 y se calculan en 18.000 millones de dólares (York).
La industria colombiana desfallece ante los incumplimientos del Gobierno Petro
A las adversas condiciones externas que enfrenta la industria colombiana del acero, se le suman dificultades internas: la caída generalizada del consumo, las altas tasas de interés, la crisis del sector de la construcción, el estancamiento de las obras civiles, la tendencia histórica del Estado colombiano a desmontar los mecanismo de defensa comercial, el incumplimiento de Estados Unidos al Tratado de Libre Comercio (TLC) al instaurar aranceles al acero, en virtud de su guerra comercial con China, y la presión de importadores y constructores por disminuir los aranceles al acero proveniente de China, Rusia y Turquía, o para evitar que se aumenten.
Industria nacional del acero. Infografía del periódico Soberanía.
Los efectos de todo esto no se han hecho esperar. Para el periodo junio 2023 – 2024, el sector registró una caída del 11 % de la producción, del 8 % en sus ventas y del 1.4 % en el empleo (DANE).
La apertura económica significó para el país el desmonte progresivo de la protección a esta industria, exponiéndose cada vez más a la competencia depredadora con los grandes productores. En el año 1990, el arancel promedio para las importaciones de hierro y acero era del 21.9 %. Para el 2000 se redujo a un rango entre el 7.5 % y el 14.3 % (Piedrahita). Hoy el promedio de los derechos Ad Valorem del capítulo arancelario 72 (Fundición, hierro y acero) es del 1.5 %, y para el capítulo 73 (Manufacturas de fundición, hierro o acero) es del 4.5 % (WTO).
Productos de acero importados por Colombia. Infografía del periódico Soberanía.
Los exportadores netos de acero con quienes Colombia ha firmado acuerdos comerciales, se valen de dichas herramientas para aumentar el volumen de sus ventas a nuestro país. Tal es el caso de Corea del Sur o España. Otros, como China y Rusia, con quienes no se tienen acuerdos comerciales, aprovechan la dispersión arancelaria colombiana para colocar sus excedentes de producción en nuestro mercado. Así, se estima que entre el 2020 y el 2023, las importaciones chinas y rusas han aumentado un 121 % y 101% respectivamente, inundando el mercado colombiano de alambrón, bobinas, láminas y varillas que también produce la industria nacional. Ante este panorama, los presidentes de Acerías PazdelRío y Ternium aducen competencia desleal, pues los productos foráneos llegan al país con precios hasta un 40 % por debajo del promedio nacional, hecho que sólo podría explicarse por subsidios a la producción y/o a las exportaciones en esos países.
En diálogo con SOBERANÍA, los líderes empresariales del sector expresaron que durante los últimos 10 meses han estado a la espera de un decreto del Gobierno que aumente los aranceles hasta en un 10 %, según propuesta de la Comisión de Asuntos Aduaneros Arancelarios y de Comercio Exterior. La lentitud en la expedición de dicho decreto podría relacionarse con las presiones del sector de la construcción, que también atraviesa grandes dificultades para su reactivación y no ve con buenos ojos la propuesta. Mientras tanto, cada semana se agrava la crisis del acero, poniendo en riesgo cerca de 55.000 empleos, por lo que los líderes sindicales ya anunciaron que contemplan “volcarse a las calles”.
5 compañías producen todo el acero colombiano. Infografía del periódico Soberanía.
Las promesas de industrialización del Presidente Petro se estrellan con la tozudez de los hechos: tan pronto se posesionó, el Gobierno expresó que no cumpliría su promesa de renegociar los TLC. Tras dos años de mandato, Gustavo Petro aún no presenta una política integral de industrialización y, aunque alguna vez habló de “aranceles inteligentes”, la estructura arancelaria del país no ha presentado cambios sustanciales, y sigue priorizando la importación de bienes finales sobre el ingreso de productos intermedios y bienes de capital. Diversos sectores, incluyendo el siderúrgico, reclaman al MinComercio salvaguardas a sus productos en los acuerdos comerciales que ha firmado Colombia, y salvo algunas excepciones, estas medidas tampoco se han materializado.
En esta segunda entrega del informe especial sobre la crisis del acero, el periódico SOBERANÍA convoca a toda la sociedad colombiana a defender el trabajo y la producción nacional, en general, y la industria siderúrgica, en particular, por lo que representa para la calidad del empleo en Colombia y para el progreso nacional. La crisis actual precisa acuerdos entre los sectores que producen y comercializan el acero, y aquellos que lo utilizan como insumo, para encontrar soluciones que favorezcan el desarrollo armónico del país.
La crisis del acero: análisis sectorial. Infografía del periódico Soberanía.
Bibliografía
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Piedrahita, Carlos A. “DIAN – Retrospectiva Arancelaria Colombiana – Una década de liberación comercial.” DIAN, https://www.dian.gov.co/dian/cifras/Otros%20Cuadernos%20de%20Trabajo/055.%20Retrospectiva%20arancelaria%20colombiana.%20Una%20d%C3%A9cada%20de%20liberaci%C3%B3n%20comercial%201990-1999.pdf. Accessed 15 August 2024.
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