Son las 7:45 de la mañana del jueves 8 de mayo, en Santiago de Cali. Mientras los directivos de Sintrapulcar saludan a los empleados que ingresan a la sede corporativa de Carvajal S.A., los activistas del Comité de Solidaridad instalan banderas, una carpa y un equipo de sonido. El encuentro se organizó para protestar ante la discriminación sindical que está ejerciendo Carvajal, en el marco del cierre de la planta de Propal. “Cuando Carvajal discrimina a los obreros sindicalizados, ya no hace las cosas bien”, dice un activista.
Contexto y antecedentes del conflicto
Carvajal es una compañía vallecaucana, pionera de la industria nacional, fundada en 1904. Con presencia en más de 10 países, su portafolio incluye la producción de pulpa, papel, empaques, artes gráficas, diseños modulares, servicios y negocios en el sector inmobiliario. Sus cuadernos Norma y su lema “Carvajal hace las cosas bien”, son referentes del país. A pesar de su esfuerzo por expandirse en Latinoamérica, la competencia en el mercado interno con las mercancías extranjeras, especialmente de China y Brasil, le están pasando factura.
En 2023 registraron pérdidas en sus divisiones de educación, pulpa y papel, por valor de $13.819 millones de pesos (Supersociedades 2024) y en 2024 las pérdidas netas sumaron $167 mil millones de pesos (Diario La República). Ante este panorama, la compañía decidió cerrar las operaciones de Propal en Yumbo. Así les fue informado a los obreros de la planta y, en especial, a los directivos del Sindicato Nacional de Trabajadores de Pulpa Papel y Cartón, Sintrapulcar, que representa al 25 %.

Fotografía de Sintrapulcar.
Cierre y despidos masivos
El presidente de Carvajal S.A., Pedro Felipe Carvajal, expresa que “no se estructuraron procesos de despidos colectivos”. Sin embargo, los hechos contradicen esta versión, indica Fanor Padilla Polanco, presidente de Sintrapulcar. “Desde finales de 2024 a los trabajadores les venían sembrando incertidumbre sobre el futuro de Propal e invitando a firmar acuerdos para terminación de contratos”. Y resume así el proceso:
- Al 50 % de la plantilla de Propal los despidieron. Carvajal S.A. aplicó la tabla de indemnización del artículo 64 del CST y un plus de tres meses de salario.
- A los trabajadores hasta con seis años para cumplir la edad de pensión. Les pagaron el 80 % del salario básico mensual, los aportes a salud y pensión, hasta cumplir la edad de jubilación. A esto Carvajal S.A. le llaman bono transitorio.
- 50 fueron reubicados en la planta de Guachené y otras. El presidente de Carvajal dice que son unos 80, aunque no dice que están ejerciendo discriminación sindical.

Fotografía de Sintrapulcar.
Carvajal ejerce discriminación sindical
La reubicación solo se aplicó a no sindicalizados. Se presentaron casos de obreros altamente cualificados y sindicalizados, a los que les pidieron desafiliación para ser reubicados. Y “es aquí donde se agudizan las contradicciones entre Carvajal y Sintrapulcar”, dice Fanor Padilla. Con esta determinación, Carvajal S.A. viola el artículo 20 de la Convención Colectiva de Trabajo, que prescribe la reubicación de los trabajadores sindicalizados en caso de cierres de plantas.
¿Por qué Carvajal exige la desvinculación del sindicato como condición para ser reubicados? Fanor responde: “Porque de esa manera se acaba la Convención Colectiva de Trabajo firmada entre Sintrapulcar y Carvajal S.A., cuyas cláusulas son más garantistas que las de la Convención de Guachené (Cauca). Una clara violación de la libertad sindical”. Y agrega: “Esto mismo intentaron en 2013, cuando aplicaron un plan de despidos masivos. Se fueron 350 obreros, entre ellos sindicalizados experimentados. Casi acaban a Sintrapulcar y lograron imponer, en 2016, un régimen con salario básico de $1.5 millones de pesos. La discriminación sindical es calculada”.
La resistencia sindical

Fotografía de Sintrapulcar.
En total, 47 de los 180 afiliados de Sintrapulcar no se han acogido a los términos que impone Carvajal S.A. Exigen la reubicación en otras de las plantas, manteniendo todas las garantías convencionales. Desde el 11 de abril de 2025, fecha en la que se cerró la operación de la planta de Carvajal en Yumbo, Sintrapulcar viene desarrollando denuncias y actividades de protesta contra la discriminación sindical. Acciones en las que cuenta con el respaldo de sindicatos de la industria, los servicios y con el apoyo del Comité de Solidaridad (COSOL).
El directivo de la CUT Valle, César Collazos Rico, una de las voces solidarias con los obreros de Carvajal, expresó en el mitin: “el cierre de la planta de Carvajal es la crónica de una muerte anunciada para el empleo y la producción colombiana por cuenta de la despiadada competencia, desleal, de las mercancías extranjeras, altamente subsidiadas. Es la trágica historia de los últimos 35 años. Hay que reprochar la actitud antisindical de Carvajal y la negligencia del Gobierno Petro. La solución corporativa no es despedir indiscriminadamente a los obreros, negarles el ejercicio de la libertad sindical ni precarizar sus condiciones laborales. El año pasado, por ejemplo, los obreros y empresarios de la industria siderúrgica hicieron unidad de acción política para exigir la protección del mercado interno ante las importaciones. Aquí, ante un hecho cumplido de afectación al empleo y la producción nacional, hay que llamar la atención del Gobierno Petro para que tome las medidas pertinentes y evitar que las importaciones sigan lesionando los intereses del país”.
A las 12:00 PM, José Zapata, secretario general de Sintrapulcar, cierra el evento agradeciendo a los participantes, exigiendo una vez más a la dirección de Carvajal S.A. la reubicación de los obreros y el cese de la discriminación sindical.