En octubre de 2024, el Secretario General de la ONU transmitió a la Asamblea General la segunda Relatoría Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967. Respaldado con más de un centenar de pruebas y documentos oficiales del Estado de Israel, el informe es contundente al señalar que estamos presenciando un “genocidio mediante supresión colonial”.
El informe propone una visión holística “Totality triple lens”, que no se detenga a considerar exclusivamente los hechos de guerra recientes sino conectarlos entre sí, acumulativamente, así como con diferentes políticas públicas emitidas por diferentes ramas del poder del Estado de Israel durante las últimas décadas, y con los resultados o “logros” obtenidos fruto de la práctica militar, especialmente en función de las tierras y el desplazamiento masivo de palestinos. El documento concluye que la avanzada militar es:
“el medio para alcanzar un fin: la eliminación total o la erradicación de los palestinos de la tierra que es tan fundamental para su identidad y que Israel codicia ilegal y abiertamente” (Pág. 30-31)[1].
En cuanto a responsabilidades destaca como agravante que “es todo el aparato estatal el que ha diseñado, articulado y ejecutado la violencia genocida, mediante actos que en su totalidad pueden llevar a la destrucción del pueblo palestino” [1](Pág. 31). Elemento que descarta la teoría que perfila a Netanyahu como un loco solitario.
Movilización en Estados Unidos, exigiendo que finalice el genocidio a Palestina. Fotografía de Julio César Peluffo.
En relación con el primer informe (marzo), en julio de 2024 la Corte Internacional de Justicia ya había declarado como ilegal la presencia prolongada de Israel en todo el territorio palestino ocupado desde 1967, incluido su régimen colonial, lo que en Israel llaman eufemísticamente “asentamientos”. Dicha ocupación está “socavando la integridad del pueblo palestino en el territorio palestino ocupado” (…) y buscando “adquirir soberanía sobre un territorio ocupado”[2].
En el marco del caso Sudáfrica contra Israel, reconociendo la existencia de un riesgo “excepcionalmente grave” en Rafah y en virtud de la Convención sobre el Genocidio, la Corte ordenó a Israel (enero 2024) que “impidiera la comisión de todos los actos” descritos en la Convención y posteriormente (mayo 2024) ordenó que “detuviera inmediatamente su ofensiva militar”[3]. Los ataques se intensificaron.
Según las propias palabras del presidente de Israel, Isaac Herzog, se ha operado sobre la base de que “es toda una nación la que es responsable”[4], por eso entre los cerca de 200.000 muertos y heridos civiles, la mayoría son mujeres y niños. Por eso el 90 % de los palestinos (cerca de dos millones de personas) han sido desplazados de sus casas y territorios[5].
Movilización en Italia, en solidaridad con el Pueblo Palestino. Fotografía de Julio César Peluffo.
Como asegura el informe, “el ejército de Israel ha seguido un patrón de conducta donde se inflige deliberadamente a la colectividad condiciones de vida que han de acarrear su destrucción física”. Por eso bombardea repetida y sistemáticamente infraestructura de atención de salud, campos de refugiados, territorios agrícolas y puntos de distribución de alimentos, así como las escasas fuentes de agua.
Israel ha ignorado (no solo en el último año) las advertencias y llamados de la CIJ, sistemáticamente ha desafiado el derecho internacional humanitario, las convenciones contra el Apartheid y el Genocidio y decenas de resoluciones de la ONU y la Asamblea General. Ha bombardeado la infraestructura humanitaria de la ONU y asesinado a más de 230 trabajadores de sus agencias.
¿Cuál es la fuente de la condición excepcional y prolongada impunidad que se le concede a Israel?
Según el informe de Préstamos y Subvenciones de USAID en el extranjero, en el último año, Estados Unidos ha gastado al menos [6] $22.760 millones de dólares (USD) en ayuda militar a Israel y en operaciones relacionadas en la región. Si solo se contempla la asistencia militar, USD $17.900 millones, en menos de un año se ha cuadriplicado el promedio anual de los últimos 30 años y desde 1959 (cuando EE. UU. empezó a otorgar ayudas a Israel), nunca hubo un año con un monto mayor[7].
En los últimos 10 años EE. UU. ha realizado al menos 40 operaciones de transferencias de armas hacia Israel. Las 4 principales compañías de armas estadounidenses involucradas por orden de importancia en volumen de transferencias son Lockheed Martin, Boeing, General Dynamics y RTX (antes Raytheon)[8].
Caricatura de Carlos Latuff.
La asistencia militar y las transferencias de armas, se traducen en contratos para las empresas norteamericanas como el que recibió Lockheed Martin, el mayor productor de armas y servicios militares del mundo, en diciembre de 2023 por USD $10,5 millones para apoyar a la flota de aviones de guerra F-35 de Israel.
Así, son los F-16 de Lockheed Martin los aviones con los que se bombardeó el campo de refugiados de Jenin con los misiles guiados aire-tierra de RTX. Son las bombas producidas por General Dynamics, con la que se bombardeó el campo de refugiados de Jabalia, y las bombas de diámetro pequeño guiada GBU-39 de Boeing, con las que se atacó el campo de refugiados de Tel al-Sultan en Rafah[9]. Ambos presuntos crímenes de guerra según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos[10].
Estados Unidos es el mayor exportador de armas a nivel mundial, con una cuota de mercado del 40 % y el origen del 69 % de las importaciones de armas de Israel[11]. Los conflictos en general (como el ruso-ucraniano) y el genocidio en Gaza, en particular, son fuentes de enriquecimiento para su industria militar y para el sector financiero que lo respalda.
Caricatura de Carlos Latuff.
Un reciente informe del Centro Delàs de Estudios para la Paz (octubre 2024), especializado en el comercio de armas, relaciona más de 3.606 operaciones financieras a 100 instituciones financieras con las principales 14 empresas de la industria de armas que participan en el genocidio en Gaza. El top 15 lo componen solo empresas estadounidenses, responsables del 63 % de los aportes, que como accionistas o prestamistas usufructúan la tragedia palestina[12].
¿De dónde proviene la impunidad de Israel? Del imperialismo norteamericano, la política exterior de la burguesía financiera, que, con sus instrumentos militares y económicos, es capaz de respaldar un genocidio para procurar unos mejores márgenes de ganancia y procurar garantizar su hegemonía en Oriente Medio, a través del Estado de Israel.
Caricatura de Carlos Latuff.
Adenda sobre la incoherencia de Gustavo Petro
Presidente Petro, no se puede ser aliado de Palestina y al mismo tiempo pretender “afianzar, en el ámbito global, la cooperación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) (…) especialmente en áreas como: ciberdefensa, cambio climático, derechos humanos y construcción de integridad” como reza su política pública de seguridad y defensa.
Fotografía de Julio César Peluffo.
[1] Report of the Special Rapporteur on the situation of human rights in the Palestinian territories occupied since 1967, Francesca Albanese, 1st October, 2024
[2] Legal Consequences Arising from the Policies and Practices of Israel in the Occupied Palestinian Territory, including East Jerusalem, Advisory Opinion, 19 July 2024, I.C.J. Reports 2024.
[3] Application of the Convention on the Prevention and Punishment of the Crime of Genocide in the Gaza Strip (South Africa v. Israel), Order, 28 March 2024, I.C.J. Reports 2024
[4] Report of the Special Rapporteur on the situation of human rights in the Palestinian territories occupied since 1967, Francesca Albanese, 1st October, 2024
[5] One Year of Israel’s Genocide in Gaza: By the Numbers
[6] Esta cifra se presume conservadora porque no incluye acuerdos que no han pasado por el Congreso, ni contabiliza material del depósito de armas que Estados Unidos tiene en territorio israelí, que según autorización de Estados Unidos el ejército de Israel toma directamente.
[7] United States Spending on Israel’s Military Operations and Related U.S. Operations in the Region, October 7, 2023 – September 30, 2024
[8] SIPRI – How top arms exporters have responded to the war in Gaza
[9] La banca armada y su corresponsabilidad en el genocidio en Gaza
[10] UN rights office says Israeli attacks on Jabalia could be ‘war crime’
[11] Países receptores de las exportaciones de armamento de los principales exportadores entre 2018 y 2022, según valor SIPRI TIV* [Gráfica]. In Statista.
[12] Vanguard, State Street, Capital Group, BlackRock, JPMorgan Chas encabezan el listado . Ver más en La banca armada y su corresponsabilidad en el genocidio en Gaza