Barranquilla. Fotografía de Carlos Martínez, tomada desde Bocas de Ceniza el 20 de octubre de 2019.
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Julio Peluffo

Geopolitical Data Analyst. PhD economics student. / Analista de Datos Geopolíticos. Estudiante de doctorado en economía.

Radiografía de la competitividad en Barranquilla: 15 aspectos urgentes para atender en 2025

El contexto debe alertarnos cuando los indicadores están muy por debajo de las capacidades de la ciudad, como sucede con la capital del departamento del Atlántico.

El índice de Competitividad de Ciudades (ICC) es una herramienta de diagnóstico, medición y comparación del desempeño de las ciudades capitales en aspectos claves del desarrollo resumido en 98 indicadores. Más allá de las posibles mejoras o incluso críticas, el ICC hoy es un referente técnico que nos permite cualificar la discusión sobre la orientación y resultado de las políticas públicas.

Por supuesto, el ranking y las comparaciones deben entenderse según el contexto, que nos permite ser más benevolentes o exigentes con las críticas. Es bastante comprensible, por ejemplo, que Puerto Carreño ocupe el último puesto en el indicador de hogares con computador, portátil o tablet o que Inírida ocupe los últimos lugares en el índice de conectividad aérea y que las ciudades más industrializadas ocupen los últimos lugares en cuanto al índice de emisiones de CO2 de fuentes fijas.

El contexto también debe alertarnos cuando los indicadores están muy por debajo de las capacidades de la ciudad, como sucede con la capital del departamento del Atlántico. Barranquilla es la 4ta economía del país, con un PIB aproximado de $11.8 billones, contribuyendo con alrededor del 5 % del PIB nacional. Durante la última década el crecimiento promedio anual ha sido alrededor del 4,7 %, superior al crecimiento del conjunto del país (3 %) y superior al de todas las demás principales capitales (Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Cartagena, Cúcuta y Pereira) que en promedio estuvieron en 3.7 %.

Sin embargo, los resultados del Índice de Competitividad de Ciudades 2024 arrojaron que Barranquilla se ubicó en la octava posición, por debajo de Bogotá, Medellín, Tunja, Cali, Manizales, Bucaramanga y Pereira, en ese orden.

Tras agrupar los resultados según la posición que ocupó la ciudad en cada uno de los 98 indicadores, se observa que en el 20 % de estos Barranquilla ocupa los primeros 5 lugares, en el 33 % de los indicadores se ubica entre los puestos 6 y 12, por debajo de las expectativas, pero siendo resultados medianamente aceptables. En el 29 % de los indicadores la ciudad clasifica entre los puestos 13 y 20, donde las alarmas empiezan a encenderse. Finalmente, en el 18 % de los indicadores, los resultados son graves y la ciudad clasifica entre los puestos 20 y 32.

La ciudad sobresale en desempeño administrativo y gestión fiscal, por temas como actualización catastral, autonomía fiscal y capacidad local de recaudo, así como en los indicadores relativos a la dinámica empresarial por su alta tasa de registro de empresas y la densidad empresarial. También se destaca por el tamaño del mercado interno y externo, el Índice de profundización financiera de la cartera comercial y la diversificación de la canasta exportadora.

Sin embargo, vale la pena poner la lupa en los indicadores que jalan hacia abajo la calificación de la ciudad y cuyos resultados definitivamente no se compadecen con el crecimiento económico y desarrollo de la ciudad en los últimos años.

En materia de salud, sobresalen negativamente los resultados en mortalidad infantil donde Barranquilla reportó una de las tasas más altas, 14,31 defunciones por cada 1000 nacimientos durante el primer año de vida, ubicándose en el puesto 23 entre las 32 capitales. En mortalidad materna la situación es similar, en el puesto 15, lejos de los primeros lugares donde resaltan positivamente ciudades como Bucaramanga, Cali, Pereira y Manizales.

En educación básica y media el desempeño general es de mitad de tabla para abajo. En cobertura neta para preescolar y primaria la ciudad se ubica en los puestos 21 y 22 del total de 32 capitales. Un desempeño bastante negativo en contraste con otras capitales como Medellín, Pereira, Bucaramanga y Cartagena, que en condiciones comparables por sus dimensiones demográficas y económicas, obtuvieron resultados notablemente mejores que Barranquilla.

En materia del mercado laboral, la formalidad y la subocupación son los dos grandes lastres de la ciudad. El porcentaje de ocupados que contribuyen a salud y pensión es apenas del 41,5 %, la cifra más baja entre las principales capitales (Manizales, Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Cali) que están entre los primeros lugares, ubicándose la capital del Atlántico en el puesto 19. En el indicador de subocupación, Barranquilla se ubica en el puesto 28 entre las 32 capitales. La peor clasificada entre las 10 principales ciudades de Colombia.

Entre los indicadores de seguridad y justicia son preocupantes las tasas de homicidio (puesto 22) y de hurtos (puesto 21), pero destacan negativamente más la tasa de extorsión (puesto 30) donde Barranquilla es la tercera peor ciudad calificada del estudio y la primera entre las grandes capitales y el indicador de eficiencia de la justicia (puesto 27) que presenta el porcentaje más bajo (44,16 %) entre las principales capitales y ciudades pares.

En materia de servicios, el porcentaje de hogares suscritos al servicio de acueducto aún no alcanza el 80 % y la ciudad ocupa el décimo séptimo puesto en dicho ranking, el costo de la energía eléctrica es el sexto más caro de todo el país, compitiendo por el podio con ciudades como Puerto Carreño y Riohacha, cuyas realidades económica y geográfica no tienen nada que ver con la de Barranquilla, donde se esperaría que la concentración demográfica genere economías de escala y bajos costos.

En ese mismo sentido, en el indicador que mide el promedio ponderado de la cantidad de datos que se puede descargar a través de una conexión de red por unidad de tiempo (Mbps), Barranquilla está en la posición 22, lejos del grupo de ciudades capitales principales lideradas por Medellín que casi duplica a Barranquilla en este ítem. Ejemplares de libros en bibliotecas públicas, número de museos por millón de habitantes y escenarios culturales son otros indicadores donde la ciudad está muy rezagada (puestos 24, 20 y 19 respectivamente).

Se debe insistir que la exigencia y la comparación con la que se analizan estos indicadores parte de la realidad de crecimiento económico que ha experimentado la ciudad en la última década. Como puede apreciarse, el desempeño económico de la ciudad parece no guardar congruencia con algunos aspectos claves del desarrollo social, ni cerrar las brechas en materia de competitividad con las principales ciudades del país.

Columna de opinión tomada del blog en Medium de Julio Peluffo.
Publicada el 21 de marzo de 2025.

Barranquilla. Fotografía de Carlos Martínez, tomada desde Bocas de Ceniza el 20 de octubre de 2019.

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Julio Peluffo

Geopolitical Data Analyst. PhD economics student. / Analista de Datos Geopolíticos. Estudiante de doctorado en economía.

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