Persona sosteniendo una bandera tricolor con el lema "NO ALA PETRO REFORMA" en una marcha de protesta en blanco y negro.
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César Collazos Rico

Docente y dirigente sindical - Directivo de la CUT regional Valle del Cauca.

Prácticas anti-democráticas del sindicalismo pro-gobierno Petro

Descubra las prácticas anti-democráticas del sindicalismo pro-gobierno Petro en esta columna de opinión por César Collazos Rico, Directivo CUT Valle. Analiza los puntos de discusión sobre la agenda de cambio, la política laboral, pensional, de salud y más, que plantean preocupaciones sobre la dirección del gobierno. Explora las perspectivas críticas y la llamada a la resistencia civil en busca de una Colombia soberana y democrática.

Por: César Collazos Rico (@KollCesar)

Se consolida la práctica anti-democrática de emitir pronunciamientos de respaldo al gobierno Petro, comprometiendo al conjunto del Comité Ejecutivo de la CUT Valle, sin que sean discutidos colectivamente. Una práctica innecesaria, teniendo en cuenta que las mayorías de las expresiones sindicales están apoyando al gobierno, luego las pocas voces críticas no serán impedimento para que se haga lo que este le pida a la Central. No rompan las reglas de la democracia sindical, así sea por simple formalidad.

En relación con las razones de la convocatoria para el 20 de julio, se presentan los siguientes puntos de discusión:

  1. Defender la agenda de Petro como de cambio, es un engaño a los trabajadores y al país. Al evaluar la política económica, fiscal, social, internacional, ambiental y comercial del gobierno de Petro no hay una ruptura en lo medular con sus predecesores. Esto lo confirma el mantener vigentes los planes de Uribe, Santos y Duque (Art. 372 PND), este hecho no es producto de un mico del Congreso, sino una propuesta del gobierno Petro. ¿Le llaman cambio a proyecto que mantiene la receta del saqueo que impuso el FMI a finales del siglo pasado? Hablamos del recorte a la financiación estatal del servicio de educación, salud, saneamiento básico y agua potable, (Ley 715 de 2001); de la orientación macroeconómica hacía la atracción de inversión extranjera contra la producción y el empleo nacional; de la profundización en el régimen laboral neoliberal (Ley 789 de 2002); del mayor proceso de privatización de empresas estatales desde el revolcón de Gaviria (1991 – 1992); de la imposición de los TLC que condenan a Colombia a la pobreza y la desigualdad crónica. ¿Olvidaron que contra esto fue el estallido social durante el gobierno Duque?
  2. La normalización y regularización de la presencia de funcionarios estadounidenses, tanto como civiles militares, desacredita la narrativa del intento de golpe de estado. Parece que los informados dirigentes sindicales no escuchan ni leen la sentencia de la Jefa del Comando Sur de los EE.UU.: “la relación con Colombia está más fuerte que nunca”.
  3. Se convoca a seguir respaldando la reforma a la laboral, pensional y de salud, sin que exista un solo pronunciamiento exigiendo el retiro de puntos, ampliamente denunciados como regresivos. En lo laboral, por ejemplo: el ataque a la estabilidad laboral reforzada, la promoción de la tercerización y la subcontratación, la promoción de la jornada laboral flexible, la segunda categoría en seguridad social para trabajadores rurales y de plataformas, la restricción del derecho de libertad sindical y el congelamiento salarial de quienes ganan hasta dos mínimos. En la pensional, que el proyecto elimina lo mejor de los dos regímenes vigentes y profundiza lo peor de ambos.  Por eso esas reformas tienen el visto bueno de la Casa Blanca, de la OCDE y del FMI. ¿Reformas sociales del cambio?
  4. Se guarda un silencio sepulcral frente al gasolinazo petrista, junto a una persistente defensa fiscalista de la eliminación de subsidios a los combustibles para reducir el déficit fiscal. ¿Los nuevos agentes del Fondo Monetario Internacional?
  5. La anunciada reforma a la Ley 30, que pretende ser un desagravio a la juventud, es otro punto polémico. La administración de Petro, a través de su Ministra de Educación, habla de la educación como un derecho fundamental, pero mantiene una política financiera neoliberal de focalización (Art. 123 y 124, PND), sujeta a disponibilidad presupuestal, lo cual contradice las demandas históricas del movimiento universitario.

Los amigos del gobierno nacional en el campo sindical, pueden seguir intentando ocultar la naturaleza de derecha y pro-gringa del gobierno Petro con la narrativa de que son ataques de los medios, de los partidos tradicionales, con los que hicieron posible el triunfo electoral, pero los hechos son los hechos: la política de Petro está al servicio del saqueo del país, contra el bienestar de la clase trabajadora y del conjunto de la nación.

Se conoce que hay directivos sindicales comprometidos con el proyecto electoral que llevó a Petro a la presidencia y con participación burocrática en el gobierno. Tienen la libertad de hacerlo, pero deben asumir las consecuencias de su respaldo al gobierno y no comprometer a todas las voces en los órganos colegiados. Es imprescindible señalar que no se puede servir a dos señores: o se está con los trabajadores o se está con quienes mancillan la dignidad del país. El mayor tributo que los trabajadores pueden rendir a la primera revolución de independencia, es levantar la bandera de la resistencia civil y de oposición al gobierno pro-gringo de Gustavo Petro, por los derechos del pueblo trabajador, por una Colombia soberana, próspera y democrática. Cuéntenme en este proyecto.

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César Collazos Rico

Docente y dirigente sindical - Directivo de la CUT regional Valle del Cauca.

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