Son recurrentes las quejas de los maestros y sus familias por los diferentes obstáculos que imponen los operadores (clínicas) para poder acceder a los servicios de salud y demás servicios contratados por la entidad que administra los recursos la fiduciaria La Previsora: falta de agenda, de especialistas, deficiencia en los medios de comunicación y sistemas informáticos de las clínicas y deficientes procesos de remisión, entre otros, que, sumados a las deficiencias en la entrega de medicamentos, justifican el paro nacional de 24 horas del magisterio programado para el 30 de agosto.
La difícil situación se complica debido a la negligencia de la fiduciaria para hacer cumplir los términos de referencia de los contratos suscritos con los operadores, los retrasos en los pagos a las clínicas y la falta de contratos para atender y cubrir los servicios de la seguridad y salud en el trabajo. Situación que no ha mejorado en lo que va corrido de este gobierno.
Para garantizar el derecho a la educación de nuestros niños y jóvenes, el magisterio debe recibir una adecuada y oportuna atención en los servicios de salud, por lo que solicito a la Asamblea Departamental apoyar el Paro Nacional de 24 horas del magisterio y sumarnos al rechazo de los proyectos que atenta contra los derechos democráticos del magisterio y la adecuada financiación de la educación pública.